Es una bebida de café, tradicional mexicana que nos ha acompañado desde épocas anteriores pero fue en el tiempo de la Revolución Mexicana de 1910 cuando se popularizo.
Se requiere una olla de barro ya que esto le da un sabor especial a esta bebida. Las “adelitas” -mujeres que acompañaron a los hombres combatientes en la Revolución- recibieron este nombre por una enfermera nativa de Ciudad Juárez, Chih. Adela Velarde Pérez (1900-1971) quien ayudo a los heridos; dichas soldaderas preparaban café en una olla que era fácil de transportar y con leña encontrada en el campo, mezclaron grano de café en agua con especias para animar a sus soldados.
De acuerdo con el diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, el café de olla se prepara en base de café de grano molido, agua, canela y piloncillo.
